Enzimas digestivas y probióticos: ¿Qué diferencia hay entre ambos?
Con el fin de descomponer los alimentos de manera eficiente y eficaz, nuestro cuerpo necesita un suministro suficiente de enzimas digestivas.
Algunas de estas enzimas digestivas provienen del páncreas, otras se producen en el estómago y otras son secretadas por las glándulas salivales y las glándulas del intestino delgado. Los alimentos crudos contienen enzimas naturales que hacen su propia digestión más fácil, pero los demás alimentos requieren de enzimas digestivas que nuestro cuerpo debe producir por sí mismo, para absorber los nutrientes adecuadamente.
Desafortunadamente, a medida que envejecemos, el intestino se vuelve menos eficiente y comenzamos a producir menos enzimas digestivas. Como resultado, nuestro tracto digestivo gradualmente se vuelve más alcalino y se hace más difícil romper completamente las cadenas de proteínas, grasas e hidratos de carbono de los alimentos que comemos. Este proceso puede conducir a una serie de problemas de salud digestiva que van desde el exceso de gases y hinchazón a las alergias o intolerancias alimentarias.
Debido a que ambos son esenciales para una digestión saludable, y porque ambos están involucrados en la descomposición de los alimentos, hay un montón de malentendidos sobre las funciones separadas de probióticos y enzimas digestivas.
Las enzimas digestivas funcionan como disolventes que rompen los alimentos en los componentes que les permiten ser absorbidos y utilizados por el cuerpo. Trabajan en todo el tracto gastrointestinal inferior, pero son especialmente abundantes en el estómago y las secciones superiores.
Las bacterias probióticas que se encuentran predominantemente en el tracto gastrointestinal inferior, son organismos vivos que viven simbióticamente con nosotros. Sus beneficios provienen principalmente de los subproductos que producen. Estas sustancias (por ejemplo, ácido láctico) equilibran favorablemente el ambiente digestivo, inhiben el crecimiento de bacterias dañinas y promueven la salud en general. Nosotros heredamos bacterias intestinales probióticas de nuestras madres, y estos microorganismos pueden perderse permanentemente como resultado del uso de antibióticos, de una dieta pobre, del estrés o por un exceso de tóxicos en el organismo.
A pesar de la diferencia entre ambos conceptos, en nuestro interior se encuentran trabajando alrededor de 5000 clases diferentes de enzimas. De estas 5000 clases, unas 3000 son fabricadas por bacterias intestinales, esto quiere decir, que en el test kinesiológico, conviene comprobar tanto el estado de la capacidad enzimática como el de la flora intestinal.
Analía Iglesias
analia@sibuscas.com
Tratamiento natural de las cataratas sin cirugía
Aunque la cirugía es la forma más habitual de tratamiento para la eliminación de cataratas, algunas investigaciones llevadas a cabo en Rusia podrían reemplazar la necesidad de procedimientos invasivos.
El Dr. Mark Babizhayev y sus colaboradores del Helmholtz Eye Institute de Moscú han estado realizando estudios sobre los efectos del compuesto natural N-acetilcarnosina (N-AC no debe confundirse con N-acetilcisteína) desde aproximadamente 1991.
El Dr. Babizhayev ha logrado demostrar que aplicando una solución líquida al 1% de N-acetilcarnosina directamente en el ojo se puede prevenir la formación de cataratas. También, ha conseguido excelentes resultados en la reducción y eliminación de las cataratas relacionadas con la edad. Estos resultados se han logrado sin cirugía ni fármacos.
A medida que las células del ojo envejecen se someten a la oxidación y a un proceso llamado glicación, en el que los azúcares se combinan con las proteínas. Se ha demostrado que mediante unas gotas oculares de N-acetilcarnosina se logra prevenir y revertir la reticulación de las proteínas de la lente que conduce a la opacificación y altera la visión.
Se han observado efectos mensurables utilizando las gotas después de sólo un mes de tratamiento, y no ha habido efectos secundarios.
Algunos pacientes ocasionalmente notan una «borrosidad» temporal en su visión durante una hora o dos después del uso. Pero, este efecto parece darse por el proceso de desintegración de la catarata. La investigación sugiere que la inversión de la catarata comienza en la periferia y va reduciéndose hacia adentro.
Durante el proceso, que parece tomar alrededor de seis meses, la visión se vuelve más clara paulatinamente.
A lo largo de este período de seis meses de tratamiento, más del 41% de los ojos tratados con las gotas de N-acetilcarnosina mostraron mejoría en la transmisión de luz a través de la lente, el 88,9% mostró una mejoría significativa en la sensibilidad al deslumbramiento y el 90% mejoró significativamente su agudeza visual.
En ningún caso se dio un empeoramiento del estado. Los ensayos se han extendido por periodos de hasta dos años, en los que, únicamente, se han observado efectos positivos.
Según los resultados de la investigación, se recomendaría la aplicación de una a dos gotas de N-AC en cada ojo, dos veces al día.
El efecto máximo sobre la agudeza visual se suele dar entre los tres y cinco meses de tratamiento.
La eficacia del tratamiento dependerá del tiempo que se hayan mantenido las cataratas. Aquellos que tuvieron cataratas durante menos de 7 años experimentaron resultados más rápidos y mejores.
Las personas que mantuvieron las cataratas durante un periodo de 7 a 15 años obtuvieron buenos resultados. Mientras que aquellos que mantuvieron las cataratas durante más de 15 años mostraron mejoría, aunque en menor grado que los dos grupos anteriores.
Analía Iglesias
analia@sibuscas.com
Qué es la glicina y qué usos terapéuticos ha demostrado tener
La glicina es uno de los aminoácidos más comunes y el más simple en su estructura. Sin embargo, es un componente requerido en tantas funciones del cuerpo que su deficiencia puede conllevar numerosos problemas.
La glicina se clasifica como un aminoácido no esencial (lo que significa que se produce abundantemente en nuestros suministros de alimentos normales y nuestros cuerpos pueden sintetizarla cuando sea necesario), debido a esto, se ha prestado muy poca atención a su potencial total en el uso terapéutico.
La mayor parte de la investigación básica sobre la glicina se realizó a principios de 1900, y fue entonces cuando muchos médicos estaban empezando a informar de la amplia variedad de problemas de salud que podrían ser mejorados o eliminados por el aumento de los niveles de glicina. Desafortunadamente, el hecho de que el cuerpo tenga la capacidad de sintetizar glicina no significa necesariamente que siempre se mantengan los niveles adecuados en los tejidos.
Con el constante ataque de productos químicos en el agua, alimentos y medio ambiente así como el estrés, nuestra capacidad para sintetizar la glicina en cantidades adecuadas puede ser insuficiente, sobre todo, si falta materia prima para sintetizarla.
El cuerpo necesita un suministro de proteína de alta calidad para sintetizar glicina adicional. La proteína inadecuada de la dieta es común en los ancianos, no sólo por el tipo de dieta que puedan llevar, sino también por la disminución de la capacidad para producir las enzimas digestivas y el ácido clorhídrico necesario para la digestión apropiada de dicha proteína.
El embarazo también puede ser un factor. Durante el embarazo, el feto requiere de dos a diez veces la cantidad normal de glicina. Las deficiencias de glicina pueden afectar tanto a la madre como al crecimiento del niño.
También se ha podido demostrar que la glicina calma el sistema nervioso central y se ha utilizado para ayudar a controlar la epilepsia y disminuir los síntomas de esquizofrenia.
Cuando sufrimos una lesión, aumentar los niveles de glicina puede avanzar la curación. La glicina es necesaria para la síntesis de los bloques de construcción de nucleótidos del cuerpo – ADN y ARN.
La glicina también tiene un papel importante en la síntesis del compuesto desintoxicante glutatión, un tripéptido compuesto de tres aminoácidos (glicina, ácido glutámico y cisteína).
También, es necesaria para la síntesis de hemoglobina portadora de oxígeno, sales biliares digestivas y glucosa.
Además, se encarga directamente, de la desintoxicación de ciertos compuestos como el ácido benzoico. Este ácido es ampliamente utilizado en toda la industria alimentaria como antimicrobiano y como conservante. El ácido benzoico se puede encontrar en elementos tan comunes como pasta de dientes, enjuagues bucales, cosméticos, desodorantes y numerosos alimentos.
Para conocer tus niveles de glicina o el uso terapéutico de la misma, puedes utilizar el kit del test de aminoácidos.
Analía Iglesias
analia@sibuscas.com
La calabaza, ¿qué ganas añadiéndola a tu dieta?
La calabaza es una fuente muy rica en carotenoides, potentes antioxidantes que le otorgan a la calabaza su condición de superalimento.
Los carotenoides tienen la capacidad de evitar el riesgo de varios tipos de cáncer y enfermedades del corazón, junto con, las cataratas y la degeneración macular del ojo.
Estos antioxidantes neutralizan los radicales libres, manteniendo a raya a las células cancerígenas y la piel libre de arrugas.
Pero existen razones de peso para añadir la calabaza a la cesta de tu compra, por ejemplo:
- Su alto contenido en fibra contribuye a la pérdida de peso y al buen tránsito intestinal.
- Las semillas de la calabaza son ricas en fitoesteroles, que contribuyen a reducir el colesterol LDL o colesterol “malo”.
- Contiene beta-carotenos, antioxidante, también con un papel relevante en la prevención del cáncer.
- Las semillas de calabaza son ricas en el aminoácido triptófano, importante en la producción de serotonina y GABA, para regular nuestro estado de ánimo.
Las semillas de calabaza podrían ser especialmente saludables para los hombres. Investigaciones realizadas demuestran que el aceite de semilla de calabaza bloquea el crecimiento de la próstata. Un cuarto de taza de las semillas también contiene alrededor de 2,75 mg de zinc (alrededor de 17 por ciento de la ingesta diaria recomendada para adultos), que contribuye a la salud sexual masculina. En un estudio de la Universidad Estatal de Wayne, los hombres que reducían su ingesta de zinc en la dieta, tenían niveles significativamente más bajos de testosterona después de 20 semanas.
Una taza de calabaza cocida recarga de combustible nuestro organismo, con unos 564 miligramos de potasio. El potasio extra ayuda a restaurar el equilibrio de electrolitos del cuerpo después de un entrenamiento pesado y mantiene los músculos en estado óptimo.
Con 7.384 mg por 100 g, es una de las hortalizas de la familia Cucurbitácea con niveles más altos de vitamina-A, proporcionando aproximadamente 246% de RDA. La vitamina A es un poderoso antioxidante natural y es requerido por el cuerpo para mantener la integridad de la piel y de la mucosa. También es una vitamina esencial para la vista.
Además, es una fuente sólida de vitamina C. Una taza de calabaza cocida contiene más de 11 miligramos, o casi el 20 por ciento de los 60 miligramos/día que la IOM recomienda a las mujeres. En los hombres alrededor de 75 miligramos.
La Calabaza es una buena fuente de vitaminas del complejo B, como los folatos, niacina, vitamina B-6 (piridoxina), tiamina y el ácido pantoténico.
Por tanto, tanto la calabaza como sus semillas, son fuentes concentradas de proteínas (aminoácidos), minerales y vitaminas beneficiosas para la salud. ¿Aún no la has incluido en tu menú? ¡A qué estás esperando!
Analía Iglesias
analia@sibuscas.com
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