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Ene 17, 2019

Relación entre la salud de las encías y el envejecimiento

salud de las encías y envejecimiento

Las enfermedades de las encías, parecen estar asociadas con trastornos en todo el cuerpo; enfermedades cardiovasculares, pulmonares, renales, óseas o mentales como el Alzheimer.
La boca, también es «un reservorio potencial de bacterias con capacidad para promover enfermedades intestinales. Teniendo en cuenta, que las enfermedades de las encías afectan a más del 70% de los mayores de 65 años, es un elemento a tener en cuenta si queremos preservar nuestra salud.

Los dientes y las encías no saludables pueden causar trastornos en prácticamente todas las partes del cuerpo. El vínculo más directo es el efecto de la enfermedad periodontal en el microbioma oral, la comunidad natural de microbios que viven en la cavidad oral.

Cuando está sano, el microbioma oral apoya y protege las delicadas membranas mucosas, así como la superficie de los dientes.

Sin embargo, una higiene bucal inadecuada, así como una mala alimentación y factores de estilo de vida, medicamentos y enfermedades, pueden alterar este delicado equilibrio microbiológico.
El desequilibrio microbiano resultante, a menudo llamado disbiosis, permite el crecimiento excesivo de organismos patógenos (que causan enfermedades) en la cavidad oral.

Esto, a su vez, causa estragos en el sistema inmunológico normal y crea un círculo vicioso que puede tener efectos adversos en otros sistemas del cuerpo, causando problemas de salud en partes del cuerpo muy alejadas de la boca.

Para prevenir estos efectos de gran alcance, los científicos llevaron a cabo una extensa investigación sobre los probióticos, donde identificaron dos cepas de bacterias que pueden detener este proceso en dos frentes:

  • Streptococcus salivarius  M18 , que mata las bacterias orales dañinas y ayuda a reequilibrar el microbioma oral, y
  • Lactobacillus plantarum L-137, que aumenta la función inmune oral y promueve la curación.

Mientras que algunas bacterias protegen nuestros dientes y encías, otras bacterias y microorganismos causan caries y enfermedades periodontales. Estas últimas, descomponen los compuestos de los alimentos llamados carbohidratos fermentables, produciendo subproductos como el ácido láctico y otros ácidos orgánicos que promueven la desmineralización del esmalte y la dentina. Este ablandamiento del esmalte conduce al desarrollo de caries.

Bajo ciertas condiciones, las bacterias dañinas excretan una sustancia similar al pegamento que ayuda a formar un biofilm, comúnmente llamado placa. Esta placa es una agregación viva de varias bacterias y hongos que se adhieren a la superficie del esmalte del diente. Este biofilm sería la raíz de la enfermedad dental.

Con el tiempo, la placa se endurece y adquiere diversos minerales, momento en el que se llama sarro.

La gingivitis se produce cuando la placa dental estimula una respuesta inmune en los tejidos blandos que rodean los dientes, provocando que se inflamen las encías, se irriten y, a menudo, que sangren con facilidad.

Si no se trata, la gingivitis puede progresar a periodontitis, una condición en la que ciertas bacterias destruyen las estructuras de soporte de los dientes, lo que en última instancia puede conducir a la pérdida de dientes.

Las investigaciones más recientes han podido demostrar que la enfermedad periodontal tiene consecuencias de gran alcance que se extienden a la mayoría de los sistemas corporales, en gran parte como resultado de cambios inflamatorios y otras interrupciones en la vía de señalización en todo el cuerpo. La enfermedad de las encías ahora está asociada con trastornos del cerebro, corazón, pulmones, riñón, hígado, huesos y vasos sanguíneos, cualquiera de los cuales puede promover el envejecimiento y nuestra esperanza de vida.

encías sanas

El cepillado mecánico rompe el biofilm hasta cierto punto, y junto con el enjuague y el uso del hilo dental, ayuda a eliminar los carbohidratos fermentables. Sin embargo, se puede hacer más para combatir lo que es, esencialmente, un enemigo bacteriano.

La buena noticia es que reequilibrar el microbioma oral puede reducir la placa cargada de bacterias, lo que produce reducciones significativas en la inflamación de todo el cuerpo.

Esto significa que mejorar la salud de nuestros dientes y encías es vital no solo para esas estructuras orales, sino también para la preservación de nuestra salud en prácticamente todos los sistemas del cuerpo.

Juntas, estas dos cepas probióticas beneficiosas descritas en este artículo,  reequilibran el microbioma oral y aumentan la inmunidad oral. Los científicos han demostrado que esto, a su vez, inhibe la enfermedad periodontal y protege la salud total del cuerpo.

 

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