Dic 17, 2015

Cómo tratar la fobia con kinesiología

Fobia

El miedo es una emoción en cierta forma adaptativa al entorno que nos rodea. Gracias a esta emoción innata hemos logrado sobrevivir a muchas situaciones de riesgo, es decir, el miedo siempre ha sido un método de supervivencia, ya que pone en alerta a las personas y a los animales frente a una amenaza.

Sin embargo, en ocasiones se hace disfuncional, y el miedo se vuelve patológico o  se convierte en fobia.

El miedo patológico es aquel que supera un cierto umbral de normalidad, donde el ser humano se bloquea y se vuelve incapaz de reaccionar de forma adaptativa de acuerdo con las circunstancias.

La fobia consiste en un miedo muy intenso hacia algo que en realidad constituye una amenaza mínima o nula que puede desembocar en un ataque de pánico y llevar a un sufrimiento extremo.

La persona que la padece evita por todos los medios encontrarse con los objetos o en las situaciones fóbicas. Esta sensación de huida es incontrolable y afecta, en según qué casos,  a la calidad de vida de la persona que la padece.

A pesar de que los adultos con fobias son conscientes de que tales temores son irracionales, con frecuencia consideran que el hecho de enfrentarse, o simplemente pensar en tener que enfrentarse al objeto o situación que produce la fobia, conlleva una ansiedad intensa o un ataque de pánico.

Entre las fobias más comunes se encuentra el pánico a las alturas, escaleras mecánicas, túneles, conducir en carreteras, espacios cerrados como en ascensores, agujas, agua, volar, serpientes, perros, arañas o  heridas sangrientas.

Este pánico y ansiedad intensa producidos por la fobia, provocan síntomas o reacciones físicas, tales como:

– Sudoración
– Respiración anormal o jadeo
– Latido del corazón acelerado
– Temblor
– Sofocos o escalofríos
– Sensación de ahogo
– Dolores u opresión en el pecho
– Mariposas en el estómago
– Alfileres y agujas
– Sequedad de boca
– Confusión y desorientación
– Náuseas
– Mareo
– Dolor de cabeza

Fobia en el ascensor

A través de un test kinesiológico podemos tratar las fobias para lograr que la persona deje de padecer ese miedo irracional y paralizante.

Antes de comenzar el test, deberemos comprobar si existe un “Reverso psicológico”, es decir, si la persona no logra superar la fobia porque de forma inconsciente le resulta útil o beneficiosa para conseguir algún fin, por ejemplo; conseguir llamar la atención,  recibir amor, descansar, consideración, etc.

Una vez eliminada cualquier razón inconsciente beneficiosa, la persona que padece de fobia, deberá decir en voz alta una frase en positivo, que identifique el miedo intenso que le produce tal fobia, como por ejemplo “me siento tranquilo cuando miro hacia abajo desde las alturas”.

Tras pronunciar la frase testaremos los brazos. Si se ha producido un AR, nos encontraremos ante una fobia y fijaremos la información para trabajar en ella.

Todas las fobias afectan a un meridiano en concreto. Para poder tratar la fobia, primero deberemos encontrar qué meridiano está siendo afectado por esa fobia.
Para ello, podemos utilizar el test de meridianos, colocando los filtros uno a uno sobre el paciente hasta encontrar el que nos modifique el AR, que será el que deberemos tratar.

Para el tratamiento de la fobia:

En primer lugar, testaremos las flores de Bach que nos aportan las emociones o sensaciones necesarias para corregir la fobia.

En segundo lugar, deberemos hacer tapping en el primer punto de acupuntura del meridiano afectado.

El tapping se hará en ambos lados del cuerpo y simultáneamente. Mientras realizamos el tapping, la persona debe repetir la frase positiva utilizada al principio del test, es decir “me siento tranquilo cuando miro hacia abajo desde las alturas”.

Después de 1 o 2 minutos realizando el tratamiento, volveremos a testar repitiendo la frase.
Si se ha corregido el AR, querrá decir que se ha logrado el resultado esperado.

Analía Iglesias (analia@sibuscas.com)

Kinepharma

 

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