Relación entre insomnio y microbiota intestinal

El cuerpo humano es un organismo extremadamente inteligente e intrincadamente diseñado. Desde la célula hasta los sistemas orgánicos, existe un orden meticuloso, una comunicación consistente y la retroalimentación continua por tal de mantener la homeostasis del cuerpo.
La microbiota intestinal contribuye a esta homeostasis mediante la realización de una amplia variedad de funciones fisiológicas, que van desde la producción de energía y la modulación inmune hasta la producción de nutrientes, hormonas y neurotransmisores.

Los investigadores han demostrado una relación bidireccional entre los ritmos circadianos y el microbioma; por ejemplo, se ha descubierto que la alteración de los ritmos circadianos, como ocurre con el desfase horario, interrumpe la microbiota intestinal, incluida su diversidad.
Se ha sugerido que los ritmos circadianos afectan la motilidad intestinal, a la desintoxicación hepática y al transporte de nutrientes. Cuando se interrumpe el ritmo circadiano o el ritmo del microbioma, puede haber intolerancia a la glucosa, aumento de peso y cambios metabólicos.

Una investigación reciente ha demostrado que los microbios intestinales no permanecen en la misma posición durante todo el día; más bien, migran a lo largo del día.
De tal manera que el ritmo del microbioma puede verse influido de varias maneras: por la hora del día en que comemos, por los tipos de alimentos que ingerimos y por nuestro propio ritmo circadiano. Ser constante en nuestros hábitos diarios y participar en elecciones saludables ayuda a mantener un ritmo circadiano bien regulado.

 La microbiota intestinal y los neurotransmisores

Un neurotransmisor que contribuye significativamente a los patrones de sueño saludables es la serotonina. Como ya hemos mencionado alguna vez,  al menos el 80% de la serotonina es producido por las bacterias intestinales. (Concretamente las bacterias Streptococcus , Escherichia cepas, y Enterococcus)

La serotonina influye en el ciclo de sueño / vigilia de dos maneras: En primer lugar, contribuye a los patrones de sueño óptimos a través de su conversión a la melatonina.  En segundo lugar, regula el estado de ánimo mediante el alivio de la ansiedad o la depresión. Los niveles altos de estrés pueden disminuir los niveles de serotonina y producir interrupción del sueño.

Otro neurotransmisor producido por las bacterias intestinales es el ácido gamma-amino butírico (GABA). Sus efectos ansiolíticos y relajantes promueven un sueño óptimo al disminuir las ondas cerebrales beta y aumentar las ondas cerebrales alfa.

Nuestro ritmo circadiano y el ritmo del microbioma tienen una relación bidireccional.  Mantener la microbiota intestinal saludable es necesario para regular los niveles de cortisol, producir neurotransmisores clave para dormir y regular el ritmo circadiano. La interrupción del ritmo circadiano puede, a su vez, contribuir a la disbiosis intestinal.

Así pues, para garantizar un tratamiento exitoso del insomnio, es esencial contemplar el estado de nuestra flora intestinal.

Con el kit de testaje básico vas a poder comprobar el estado del intestino en aspectos clave como: la existencia de disbiosis intestinal, cándidas o el sistema inmune del intestino, entre otros muchos parámetros.