Suplementación con ácidos grasos esenciales (AGES)

También denominada vitamina F,  los AGES son aquellos ácidos grasos que el organismo no es capaz de sintetizar, por lo que la única manera de obtenerlos es a través de la dieta. Lo ideal es complementarlo con vitamina E, A, caroteno, vitaminas del complejo B, vitamina C y magnesio, de esta forma se metabolizarán adecuadamente.

Además forman parte estructural de todas las membranas celulares, confieren flexibilidad y fluidez y protegen frente a la entrada de agentes patógenos (virus, bacterias y alérgenos). Los AGES incrementan el metabolismo y la producción de energía. Contribuyen a disolver la grasa corporal, reduciendo los niveles de colesterol y de triglicéridos sanguíneos y distribuyen las vitaminas liposolubles a, B, e, y K a través del organismo, protegiendo a las neuronas y ayudando a mantener la temperatura del organismo. Además son importantes en la síntesis de las hormonas adrenales y sexuales.

Según Ann Louis Gittleman (Super Nutrition for Women) hay 45 nutrientes esenciales para el correcto mantenimiento del estado de salud del organismo. Estos nutrientes incluyen 20 minerales, 15 vitaminas, 8 minoácidos y 2 ácidos grasos esenciales.

Son el ácido graso omega-3 (ácido alfa linolénico), que puede transformarse en ácido eicosapentanoico (EPA) y en ácido docosahexaenoico (DHA), y el ácido graso omega-6 (ácido linoleico) que puede transformarse en ácido gamma linoleico (GLA). Estas dos series de ácidos grasos esenciales se encuentran de manera natural en los peces de agua frías (omega-3) y en las verduras, semillas y aceites vegetales no procesados (omega-6).

La deficiencia de ácidos grasos esenciales Omega-6 puede provocar alteraciones de personalidad y comportamiento, alteraciones biliares, inhibición de la cicatrización, alteraciones cardiovasculares, entre otras.

Mientras que las deficiencias en omega-3 pueden provocar alteración del crecimiento, retraso del aprendizaje, hormigueo en las extremidades, alteración de la coordinación motora y alteraciones visuales entre otras.

Es muy importante la ingesta de ácidos grasos esenciales con vitamina C y con vitamina E, ya que aumentan su eficacia, también es muy importante no consumir alimentos fritos ya que la alteración que se produce en los aceites al ser cocinados, debido a las altas temperaturas, además de provocar innumerables sustancias dañinas para el organismo, alteran el equilibrio de las grasas en el organismo.

El equilibrio entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 parece tener un papel importante en el desarrollo y crecimiento de algunas formas de cáncer, como el de mama, colon y próstata.

Pese a que aún se requieren más estudios para comprender el posible efecto de los ácidos grasos omega-3 en la prevención y el tratamiento del cáncer, los investigadores especulan que, en combinación con otros nutrientes (vitamina C, la vitamina E, el betacaroteno, la coenzima Q10), pueden ser especialmente valiosos en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama.

Algunos estudios han probado que el consumo diario de ácidos grasos de cadena larga omega-3  tanto en su forma EPA como DHA, ralentiza o invierte el progreso del cáncer de colon.

Sabiendo esto veamos cuáles son las principales fuentes de ácidos grasos esenciales:

Para el omega 3: Tenemos las siguientes fuentes principales de obtención:

  • El aceite de salmón y pescado azul.
  • Lino y sus aceites (57 % de omega 3 y un 16 % de omega 6).
  • Semillas de Chia (58%-65%de omega 3).
  • Semillas de cáñamo (55%).

Para el omega 6: destacan:

  • El aceite de semillas de grosellero negro (44 %).
  • El aceite de Borraja, (entre un 56 y un 65 %), fundamentalmente acido alfa linoleico.
  • Aceite de prímula (40-55%).
  • Aceite de girasol (57%).

Testaje y terapia

El testaje se realiza con la ampolla de falta de ácidos grasos esenciales contenida en un testaje básico de kinesiología. El terapeuta suele obtener muy buenos resultados del uso de los AGES, como prevención y ayuda a la salud en general y en situaciones concretas de:

  • Alcoholismo
  • Cáncer de mama
  • Enfermedad cardiovascular
  • Protección del sistema inmunitario
  • Candidiasis
  • Síndrome Premestrual
  • Obesidad
  • Artritis reumatodies y en general todas las enfermedades de origen inflamatorio.
  • Enfermedades degenerativas crónicas.

Por tanto animaros a que uséis estos productos junto a vitamina E que aumenta su eficacia, porque en la mayoría de las ocasiones van a ir muy bien para vuestros pacientes, con la salvedad de aquellos que tengan problemas de coagulación en sangre  o hayan pasado por una operación quirurgica reciente.

Os recomendamos leer el artículo de Kinepharma de enero de 2013 “Ácidos grasos esenciales”.

Ángel Salazar Magaña (angelsalamag@gmail.com)

Kinepharma.

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