Cefaleas y su tratamiento

El dolor de cabeza es una de las dolencias más comunes. En la mayoría de ocasiones no son más que temporales y de baja o moderada intensidad y en muchas de ellas se nos presentan como una manifestación de una dolencia en nuestro cuerpo, actuando ellos como señales de alerta al respecto. Todo ello queda superado cuando la persona sufre cefaleas, unos molestos y fuertes dolores de cabeza también denominados dolores de cabeza en racimo.

Causas y síntomas de las cefaleas

En muchas ocasiones se desconoce el origen de las cefaleas que podamos sufrir, pero se estima que en la mayoría de ocasiones viene producido por:

  • Un funcionamiento anómalo de los centros de control del dolor descendente que se encuentran situados en la zona del hipotálamo y del tronco encefálico.
  • El cuello y las cervicales pueden ser origen de dolor de cabeza, muchas cefaleas pueden extenderse hasta el cuello.
  • El sistema vascular y su influencia bajo los estímulos del sistema nervioso autónomo o neurovegetativo. Toda modificación del calibre de los capilares produce trastornos de nutrición a nivel de las células con modificación de sus funciones. Los cambios del calibre capilar pueden deberse a fenómenos de vasodilatación como ocurre en las hipotensiones o a espasmos de las arteriolas como ocurre en los casos de hipertensión arterial.
  • Factores de carácter externo que pueden potenciarlo, como consumo excesivo de tabaco o alcohol, así como de algunos medicamentos o de sustancias psicotrópicas como la cocaína. También pueden resultar elementos desencadenantes los climas cálidos, el esfuerzo excesivo, los lugares altos, algunos alimentos, así como la exposición a luces de carácter brillante (entre las que podríamos incluir la luz del Sol).

Tratamiento

Para combatir las cefaleas habrá que tomar las medidas preventivas adecuadas y estar alejados de los focos de riesgo, así como intentar mantener un adecuado equilibrio psicológico. Algunos hábitos pueden ayudar como ejercitar y estirar los músculos de la espalda, manejar adecuadamente el estrés y evitar todo aquello que nos eleve la presión sanguínea o nos empeore la circulación.

En los casos de cefaleas asociadas a cervicales o cervicogenicas, se ha comprobado buenos resultados manipulando los puntos gatillo miofasciales (PGM).  Según Simons el PGM se define como una zona hiperirritable en un músculo esquelético relacionada con un nódulo palpable hipersensible localizado en una banda tensa, es decir, en un grupo de fibras musculares tirantes que se extienden desde el punto gatillo hasta las inserciones del músculo. Estos PGM impiden el movimiento adecuado cuando están activos y causan dolor.

Una vez que las cefaleas ya se han producido en la mayoría de ocasiones el tratamiento requiere de medicación pautada a base de antiinflamatorios y analgésicos. La correcta oxigenación también puede ser de gran ayuda así como la acupuntura.

Angel Salazar Magaña (angelsalamag@gmail.com).

Kinepharma.

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