Porqué es importante la Coenzima Q10 si queremos envejecer mejor
Cuando nos referimos a los antioxidantes, a menudo los relacionamos con vitaminas y minerales que introducimos en nuestro organismo a través de la alimentación o bien, a través de suplementos. Sin embargo, nuestro organismo, también tiene la capacidad de fabricar sus propios antioxidantes. De esta forma, lucha contra los radicales libres que se generan como resultado de nuestras propias reacciones metabólicas. Un ejemplo de ello es la Coenzima Q10.
A medida que envejecemos nuestras células producen cada vez menos antioxidantes como la Coenzima Q10. Esta disminución parece contribuir al envejecimiento y a las enfermedades crónicas relacionadas directamente con la edad.
Detectar carencias en antioxidantes endógenos es importante para poder compensarlas con suplementos antes de que surjan problemas de salud.
Pues, se ha comprobado que el incremento de los niveles celulares de estos antioxidantes naturales, mediante suplementos alimenticios, puede ayudar a controlar o prevenir enfermedades o dolencias asociadas con la edad, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el alzhéimer.
Para hacernos una idea de cómo funcionan dentro de nuestro organismo los antioxidantes, como la coenzima Q10, debemos observar el metabolismo de nuestras células.
En el interior de cada una de nuestras células, residen las mitocondrias, diminutos “motores” que nunca dejan de trabajar para producir energía a partir de los carbohidratos y grasas que ingerimos a través de nuestra dieta. Este proceso, conocido como “metabolismo” es el que permite que se produzca la regeneración celular.
En el proceso de metabolismo se producen infinidad de reacciones químicas en las que siempre deben intervenir las enzimas, pues sin ellas el metabolismo dejaría de funcionar inmediatamente. La misma importancia tienen las Coenzimas, que trabajan conjuntamente con las enzimas para permitirles llevar a cabo sus funciones.
Gran parte de las vitaminas del grupo B, muchos minerales y ciertas sustancias llamadas quinonas (componentes biológicos de gran importancia) son coenzimas.
Una de estas quinonas es la ubiquinona que es el nombre científico con el que se le conoce a la Co Q10.
Para hacernos una idea del volumen de Co Q10 existentes en las diferentes partes de nuestro organismo, partimos de la premisa de que cuanto más alta sea la necesidad de energía por parte de un órgano, más alta será la concentración de Co Q10.
Por esta razón, en las paredes del corazón, las concentraciones de Co Q10 son el doble que las de otros músculos de nuestro cuerpo. Lo mismo ocurre con el hígado y los riñones, ambos requieren de mayor energía y de más Co Q10 por su labor de neutralizar a las toxinas y deshacerse de ellas.
A los 20 años nuestro cuerpo produce toda la CoQ10 que necesita para mantener el metabolismo en pleno funcionamiento, sin embargo, poco a poco, va disminuyendo, hasta llegar casi al 65% menos a los 80 años de edad.
Por todo ello, las investigaciones han demostrado que las personas que padecen dolencias cardiacas o enfermedades relacionadas con el hígado o los riñones tienen bajos niveles de Co Q10.
Para que nuestro cuerpo elabore esta sustancia antioxidante, nuestras células necesitan disponer de vitaminas del complejo B, diferentes minerales y de vitamina C.
Si no ingerimos las cantidades adecuadas de estos nutrientes, corremos el riesgo de no disponer de los antioxidantes endógenos suficientes para envejecer sanos y sin dolencias típicas de la edad.
Para evitarlo, podemos ir realizando test preventivos de deficiencias: vitaminas, minerales y oligoelementos, enzimas y coenzimas…y, por supuesto, si se padece alguna dolencia cardiaca, hepática o renal conviene comprobar si existe alguna deficiencia en la producción de Co Q10.
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