Detectar geopatías con kinesiología
Numerosos estudios y el paso del tiempo han ido demostrando la importancia de vivir y trabajar en un lugar equilibrado energéticamente.
Hoy en día, es bien sabido, que el hombre se encuentra sometido a la acción de innumerables fuerzas energéticas tanto naturales como artificiales, a las que nuestro cuerpo debe adaptarse a través de la autorregulación de sus funciones orgánicas para que no se produzca ningún fallo.
Sin embargo, habitualmente, la persona no es consciente de estar sometido a este tipo de perturbaciones energéticas y permanecen en la geopatía durante años, haciendo trabajar a su cuerpo más de lo debido y gastando más energía de la necesaria para mantener su estado orgánico estable.
Las radiaciones y los campos energéticos, acaban perjudicando los procesos bioquímicos y energéticos de las células de nuestro organismo, siendo el más afectado el sistema inmunitario y desequilibrando en gran medida el sistema endocrino y hormonal.
Nuestro organismo está dotado de la capacidad de adaptación para poder vivir, sin embargo, en cada nueva adaptación hay un gasto de energía, todos los procesos bioquímicos suponen un gasto de energía, pero someter al cuerpo a adaptaciones y compensaciones continuas en sus procesos orgánicos por tal de adaptarse a los efectos de la geopatía conlleva un gran gasto de energía que al final el cuerpo no logra recuperar.
Llegados a este punto, comenzamos a padecer las consecuencias de permanecer en un hábitat geopático.
Recuperar esta energía de adaptación perdida en compensar este tipo de manifestaciones es ganar vida para la persona.
Así pues, es realmente importante valorar siempre la posibilidad de que la causa de cualquier dolencia o enfermedad sea una geopatía.
Lo primero que se debe hacer es localizar la zona geopática y mover nuestro lugar de descanso o de trabajo hacia una zona más sana para no exponernos más. Pero, además, si se ha permanecido largo tiempo en ese lugar, seguramente deberemos ayudar al organismo a recuperarse a través de la búsqueda de carencias a un nivel holístico, es decir, en el campo químico, energético, estructural y emocional.
Deberemos comprobar el estado de todos los sistemas del cuerpo, órgano por órgano y detectar cuál de ellos necesita ser tratado y en qué campo.
A nivel químico se tendrá que recuperar la falta de micronutrientes, vitaminas, minerales, oligoelementos y enzimas, que se habrán agotado intentando adaptarse sin lograrlo, al fuerte estrés recibido durante tanto tiempo.
También será importante estimular o drenar las vías de eliminación de cada circuito dañado para depurarlos e incentivar su correcto funcionamiento.
Test para detectar geopatías
Para comprobar si alguien se encuentra viviendo o trabajando en una zona geopatógena, podemos utilizar el filtro de geopatía.
Si al testar el filtro de geopatía sobre el estomago del paciente, nos modifica el AR, indica que hay un problema en este sentido.
Dejaremos el filtro encima para fijar la geopatía y colocaremos uno por uno los filtros de los diferentes tipos de geopatía, entre ellos destacar:
Geopatía de Cuadricula o Cruce líneas Hartmann, geopatía de líneas Curry, geopatía Yin o Corriente de Agua Subterránea y geopatía Yang o Corriente subterránea de gas, de aire, depósito de sal o de minerales en el subsuelo.
El filtro que vuelva a modificar el AR indicará, por tanto, de dónde procede la geopatía.
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