Intoxicación celular y su tratamiento

En numerosas ocasiones nuestro organismo se encuentra intoxicado, entre otras causas, la contaminación ambiental y alimentaria, favorecen la acumulación de mayores cantidades de ciertas sustancias nocivas, que antes eran testimoniales en nuestro organismo, en especial metales pesados y micorpartículas de contaminantes ambientales como hollín y una gran variedad de polvos industriales tales como asbesto y derivados minerales. Estos se añaden a lo que tradicionalmente ha existido, como granos de polen, esporas, diatomeas, granos de almidón etc.

Estas partículas actúan a través del proceso llamado Persorción entrando en el sistema digestivo, penetrando a través de la membrana intestinal e irrumpiendo finalmente en el torrente sanguíneo influyendo en la inmunidad de la persona y afectando al sistema linfático, pueden provocar obstrucción de vasos sanguíneos, incluso a nivel cerebral, provocando problemas en los capilares y con ello diversas alteraciones funcionales (la pérdida paulatina de memoria, por ejemplo). Artículo del blog kinepharma del 8 de diciembre de 2012  “Intestino permeable de la membrana celular

Cuando todas estas circunstancias se combinan con la propia actividad biológica que genera también residuos y toxinas endógenas, como ácido láctico, urea, Co2, amoniaco y exceso de determinadas hormonas (desequilibrio hormonal), entre otras, se produce una intoxicación celular.  También la alimentación con exceso de proteína que “ensucian” la célula y la grasa que aumenta el proceso de persorción aumentan este proceso.

Cuando las células han estado sometidas durante mucho tiempo a niveles altos de toxinas se manifiestan distintos síntomas, como dolor de cabeza o muscular, desórdenes nerviosos, irritabilidad, ansiedad, depresión, cansancio, malestar general, retención de líquidos, envejecimiento precoz a nivel de piel y capilar, y males degenerativos como enfermedades neurológicas, ó cáncer.

Test y tratamiento

El test se puede realizar con la ampolla de intoxicación química que es la ampolla de phenol a la 6 DH esta se encontrará en un kit básico. También hay veces que se dan toxicidades por infecciones víricas, bacterianas, por cándidas o parásitos. En el caso de cándidas emplearemos la ampolla de cándida 3AG, que nos indicará la presencia de su toxina a nivel sistémico, es decir en todo el organismo.

En todos los casos habrá que actuar con sustancias drenadoras, mucho líquido, y una adecuada alimentación:

  • En primer lugar evitaremos las sustancias que habitualmente son tóxicas peros están aceptadas socialmente como el alcohol, tabaco, café.
  • y la leche, azúcar, harinas refinadas por ser grandes alérgenos, la leche la sustituiremos por leche de arroz, avena o almendra entre otras.
  • Como ya dijimos evitaremos las grasas en especial animal y el exceso de proteína, dejando al menos una de las tres comidas diarias sin esta, si podremos tomar aceites vegetales de primera prensión en frío, como el de oliva y semillas en especial lino, evitando los fritos ya que oxidan sus componentes y producen aún más toxinas.
  • Asimismo mantendremos una alimentación depurativa a base de antioxidantes que neutralizan los radicales libres y que arrastran toxinas, ya que son naturales, frescos, sin productos químicos, ni procesos artificiales: frutas, verduras, en especial berros, manzana, zumo de limón, apio, cebollas etc.
  • Enzimas, ya que disuelven los inmuno-complejos y que afectan a enfermedades degenerativas como la Artritis reumáticas, actúan disolviendo los productos de la inflamación y los transporta fuera, con lo que no llegan en forma de grandes moléculas al intestino. Facilitan la digestión de proteínas, disolviendo edemas e inhibiendo la trombosis, facilitan por tanto el transporte y eliminación de sustancias. Las más conocidas son la bromelaína de la piña, la papaina de la papaya.
  • Por último usaremos drenadores de hígado (cardo mariano, diente de león, desmodium,..) de riñón (solidago, berberis, uva ursi, junipero…) o de vesícula (boldo, genciana, cheledonium,..). y de sistema linfático como el drenador homeopático lymphomyosot de Heel.
  • Así mismo aumentaremos la ingesta de agua de buena calidad, del orden de 2 a 3 litros diarios, podrá ser en infusión, pero no de sustancias con cafeína como el té.
  • Respirar aire puro y ejercicio ligero, oxigenando bien nuestro organismo facilitará la depuración de nuestro roganismo.

 

Ángel Salazar Magaña (angelsalamag@gmail.com)

Kinepharma.

 

 

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