Testaje de geopatologías
Aprovechando la introducción de nuestro nuevo Kit de geopatologías (1), queríamos hablar un poco más de este tema sobre todo sabiendo que estas fuentes de energía y microvibraciones pueden causar trastornos y enfermedades a aquellos que conviven habitualmente dentro de su campo de acción.
En muchos países como Alemania, Japón o China tiene una cultura desde hace muchos años en donde se consideran muy importante estas “energías” y se han habilitado protocolos y medios para combatirlas, se entiende la importancia de convivir en un ámbito energéticamente limpio y se entiende perfectamente que determinados lugares no se utilicen para establecer viviendas por este motivo.
Hablamos de radiaciones cosmotelúricas como son las Líneas Hartmann, Curry o Benker, de redes geomagnéticas, corrientes de aguas subterráneas, radioactividad, contaminación eléctrica, fallas entre otros. Todas ellas deberán tenerse en cuenta para seleccionar el lugar más adecuado para vivir, trabajar etc.
Este conocimiento no viene de ahora el hombre ha sido consciente de ello a través de los siglos. Se sabe que los romanos elegían cuidadosamente el emplazamiento de sus ciudades. También los egipcios muchos años, grandes conocedores de las radiaciones cosmotelúricas orientaban sus construcciones en función de ellas. Se sabe que uno de los más antiguos edictos en China obligaba a analizar el terreno antes de su construcción y la prohibición de edificar sobre las llamadas “venas de Dragón”. También en nuestra cultura occidental sabemos ahora que el emplazamiento de monasterios, catedrales y lugares santos eran hechos con gran sigilo.
Las geopatologías pueden ser de dos tipos:
- De origen natural
- De origen artificial
En las primeras destacan las líneas Hartmann, como su nombre indica las descubrió Ernst Hartmann que forma una malla o red sobre toda la superficie terrestre, dedujo que nuestro planeta se comporta como un gigantesco imán cuyos polos coinciden solo con los polos geográficos, además se sabe que cambian de posición cada cientos de años.
Además se analizó durante años la repercusión sobre el cuerpo humano, viéndose que cada cierta distancia se repetían las mismas marcándose en un plano. Estas distancias eran de 2,5 metros en la dirección Norte-Sur y de 2 metros en la dirección Este-Oeste, teniendo un grosor de 21 cm.
Cuando atravesamos una línea Hartmann se modifica nuestra resistencia eléctrica, aunque no es motivo de efectos de gran consideración porque los humanos estamos más o menos adaptados a ellas, si hay más peligro cuando se cruzan estas líneas, los llamados cruces H y además si coincide alguna otra fuente de energía como cauces de agua subterráneo, depósitos de sal u otros depósitos minerales. Una permanencia prolongada bajo dichas circunstancias puede causar problemas de todo tipo. Por ello si el análisis nos lo permite debemos intentar buscar las zonas neutras, es decir el interior del rectángulo en donde el microclima energético es más confortable y no hay alteraciones de las constantes vitales ni en los procesos de descanso y sueño de las personas.
Desde el punto de vista kinesiológico este tipo de energías causan enfermedades muy parecidas a la del foco, la única diferencia es que la geopatología está fuera del cuerpo.
Veamos otras geopatologías:
- Corrientes de agua subterráneas: producen rayos ionizantes en el cuerpo y dan hiperacidez a los tejidos.
- Minas de carbón, de minerales, de sal y desechos radiactivos que producen radiación yang.
- Deslizamiento de tierras y grietas subterráneas o corrientes de agua que producen radiación ying.
- Líneas Curry, que forman redes que se orientan en diagonal con una distancia entre ellas de 14 a 22 metros, según el lugar. Siendo de carácter electromagnético y al igual que las Hartmann los lugares más problemáticos son donde se cruzan dos líneas de la misma polaridad
- Las construcciones de hormigón.
Hay animales como gatos y hormigas que suelen buscar zonas Geopatologicas. Las hormigas hacen hormigueros en estas zonas.
El sistema inmunitario nos ayuda a captar las zonas problemáticas y de forma instintiva a cambiar de sitio. Por eso es tan importante tener el sistema inmunitario bien y las personas que lo tienen débil o alterado pueden sufrir más por no notar esas zonas y no evitarlas.
Si en nuestra vivienda encontramos geopatología deberemos ver si hay algo que amplifica las ondas y eliminarlo en ese caso.
Para realizar el testaje empleamos la ampolla Silícea a la 60 DH, esta ampolla nos indica que hay geopatología, luego veremos una por una qué tipo de geopatología es.
Los síntomas son:
- Astenia al levantarse y/o todo el día
- Nerviosismo, irritabilidad.
- Estado de ánimo depresivo
- Insomnio
- Dolores reumáticos
- Enfermedades autoinmunes
- Dificultad en eliminar toxinas y problemas en el sistema inmunitario.
- Problemas circulatorios y de corazón
- Enfermedades autoinmunes y degenerativas.
Si la geopatología está afectando al tórax del paciente puede producir alteraciones de de corazón o de pulmón, si es en la cabeza puede tener dolores de cabeza o migrañas.
Si la geopatología afecta a todos los miembros de la familia lo mejor es abandonar la casa, de ahí lo importante que es la elección de la vivienda.
Las geopatologías más importantes hoy en día son:
- Las electromagnéticas: producen leucemia por ejemplo cables de alta tensión, trasformadores de edificios, microondas
- Depósitos de agua.
- Lugares donde ha habido mar y hay depósitos de sal.
- Cuevas que han quedado huecas y antes había agua.
- Radioactivas, que producen canceres.
El tratamiento, lo primero será estimular la inmunidad del paciente, eliminar la cama, la silla etc de los focos principales, intentar quitar todo aquello que amplifique las ondas. Podemos además usar la acupuntura, la auriculoterapia y eliminar metales pesados. También deberemos tratar las alergias y si después de todo lo dicho no corrige la persona afectada deberá plantearse dejar la casa o el lugar geopatológico.
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