Sep 17, 2015

¿Cómo pueden provocar las emociones negativas, enfermedades físicas?

El equilibrio psico-emocional  es un factor importante que se debe tener siempre en cuenta junto al tratamiento de cualquier dolencia o enfermedad.

A través de los meridianos de acupuntura las emociones se relacionan con el campo energético, con los órganos e incluso con la estructura corporal.

Tal como descubrió el Dr. John Diamond existe una  estrecha vinculación entre determinadas emociones y determinados órganos, pudiendo afectar a estos en caso de no dominar o controlar nuestro estado emocional.

Cada actitud emocional negativa bloquea la circulación energética de su meridiano correspondiente, afectando por declinación a los órganos relacionados con ese mismo meridiano.

Los conflictos psíquicos impiden el correcto funcionamiento de las corrientes energéticas corporales provocando una tensión responsable de perturbaciones en el funcionamiento normal de los órganos y que de perdurar en el tiempo acaban provocando lesiones importantes.

Realizar revisiones regularmente del estado de nuestros meridianos y el desbloqueo mediante acupuntura, flores de Bach o afirmaciones positivas, permitirá mantener en equilibrio nuestra energía vital y prevenir posibles consecuencias para nuestra salud.

Desde una vertiente psicosomática  podemos afirmar que son 4 las partes del cerebro que desempeñan un papel fundamental en la influencia que tienen nuestros pensamientos y sensaciones en el metabolismo y funcionamiento del cuerpo humano.

1-      El Córtex sería como nuestro ordenador, encargado de recibir toda la información que llega del exterior a través de nuestros sentidos.
Cada una de las informaciones transmitidas por los diferentes sentidos son recogidos  por una parte u otra del córtex.  Seguidamente, compara la información recibida con los datos que ya tiene archivados, (experiencia, conocimientos…) y los graba.

2-      El Tálamo, también recibe directamente información del exterior, pero en forma de estímulos sensitivos, tales como térmicos, químicos, etc. teniendo la facultad de exagerar los que considera relevantes e inhibiendo los que no lo son según su parecer.

3-      Posteriormente, le llega el turno al gran Hipotálamo, principal punto de integración entre el sistema nervioso y el endocrino, recibe los impulsos nerviosos desde el córtex y el tálamo y da la orden para que se generen todos los cambios necesarios en nuestro cuerpo.
Dicho de forma simple, el hipotálamo es el gran jefe que se encarga de dar órdenes para que todas las funciones y órganos corporales se pongan en marcha.

4-      La hipófisis, recibe las órdenes directas  del hipotálamo y se encarga de coordinar las acciones.
Concretamente, el hipotálamo le manda que libere hormonas o bien inhiba su liberación (en función de los mensajes que haya recibido previamente desde la corteza o desde el tálamo). Posteriormente,  la hipófisis coordinará y transmitirá esa misma orden hasta las diferentes glándulas del sistema endocrino.

Una de las glándulas realmente afectada por las emociones,  son las suprarrenales,  que producen una excesiva secreción de hormonas como el cortisol (hormona del estrés),  estrógenos y adrenalina. En concreto, las emociones suelen ir acompañadas de secreciones de adrenalina que en exceso, perturban el funcionamiento de otra importante glándula, la tiroides.

Las reacciones fisiológicas que se dan como resultado de todo este proceso, son idénticas a las desencadenadas impulsivamente ante una situación de peligro en la que nuestro cuerpo se prepara para defenderse, atacar o huir.

Si no conseguimos liberarnos del choque emocional, esta reacción fisiológica persistirá, conllevando alteraciones en nuestro organismo.

Llegados a este punto, es importante mencionar, la función que desempeña nuestro sistema nervioso autónomo (sistema Nervioso Simpático  y el Parasimpático) en la respuesta final de los diferentes órganos del cuerpo.

El sistema nervioso simpático es nuestro sistema de emergencia,  que se pone en marcha cuando tenemos que enfrentarnos a un estrés de cualquier índole, transmitiendo impulsos nerviosos hacia las zonas del cuerpo que se requieren para reaccionar y produciendo con rapidez cambios generalizados en todo el organismo.
Por su lado, el sistema nervioso parasimpático, sería como un contrapeso de la función simpática que ayuda a devolver al organismo a su estado normal.

En la siguiente tabla, se muestran las diferentes reacciones del cuerpo ante la activación del sistema nervioso simpático tras las órdenes mandadas desde el hipotálamo de nuestro cerebro.

Por tanto, hacer perdurar en el tiempo las emociones negativas, tales como tener una filosofía de vida contraproducente, prejuicios que nos limitan, responsabilidades que cargamos a nuestras espaldas, estrés, ansiedad, etc. , pueden provocar en el cuerpo efectos indeseables a largo plazo.

Con kinesiología se puede ayudar a desbloquear situaciones cotidianas actuales, traumas del pasado, mejorar la autoestima o cualquier bloqueo emocional que nos perturbe, consiguiendo que el organismo deje de estar en estado de alerta y vuelva a su homeostasis o equilibrio energético y funcional.

 

Analía Iglesias (analia@sibuscas.com)

Kinepharma

 

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