Tratamiento de la alergia primaveral de forma natural

 Existen varios remedios naturales que podemos utilizar para tratar de mitigar los efectos de las alergias primaverales. Entre ellos encontramos:

Las soluciones salinas son de gran ayuda para limpiar la nariz de polen, suavizar la mucosa, aliviar la congestión nasal y disminuir los estornudos. También son útiles para los ojos.

Tomar suficiente vitamina C, para mantener bien el sistema inmunitario, combatir la inflamación y aliviar los síntomas de la alergia gracias a su capacidad antioxidante. En forma de suplementos o por medio de alimentos ricos en vitamina C como cítricos, fresas, kiwis, pimientos, etc.

Una buena ayuda natural es la quercetina, un bioflavonoide curiosamente muy presente en la cebolla y que es un potente inhibidor de la histamina, sustancia que es liberada por el sistema inmunitario durante una reacción alérgica y que produce molestias tales como picor nasal, exceso de mucosidad, o sequedad en la garganta, entre otras.

El efecto de la quercetina mejora combinándola con la vitamina C, con la que la convierte en una excelente sustancia a combinar con nuestro multivitamínico.

Los vahos con hojas de eucalipto abren las vías respiratorias y favorecen la expulsión de la mucosidad. Añadir 10 hojas de eucalipto a un litro de agua hirviendo y deja reposar 3 minutos antes de comenzar a inhalar. Cubrir la cabeza con una toalla y respirar pacientemente unos minutos.

Vinagre de manzana: tomar dos cucharaditas diluidas en agua, 3 veces al día, mejora la respiración y disminuye el dolor de garganta.

Infusiones: hay ciertas plantas que poseen efecto antihistamínico y antiinflamatorio y pueden reducir los síntomas de la alergia, como: el té de ortiga verde, rooibos, menta piperita, té verde, cúrcuma, jengibre, regaliz, eucalipto y eufrasia.

Probióticos: ayudan a regular el sistema inmunológico, responsable en parte de las reacciones alérgicas. Pueden usarse en forma de polvos o cápsulas, o incluirlos en la alimentación como yogur, kéfir, chucrut, miso, kombucha, y encurtidos.

Cúrcuma: tiene un gran poder antiinflamatorio y antihistamínico. Puede tomarse como suplemento o añadirla (con pimienta) a las comidas o en forma de curry.

Aceites esenciales: los más utilizados son el aceite esencial de menta piperita.
Para usarlo, poner unas gotas de aceite de menta en agua hirviendo e inhalar los vapores.
Las mismas indicaciones se aplican al aceite de eucalipto que, además, puede mezclarse con aceite de oliva para ayudar a descongestionar las fosas nasales (una gota de aceite de eucalipto con una cucharada de aceite de oliva y, con ayuda de un bastoncillo de algodón, frotarlo suavemente dentro de la nariz).

Cómo alimentarnos para mantener la salud de tus dientes

Calcio, magnesio y fósforo

Los minerales imprescindibles para mantener unos dientes y unos huesos fuertes son el calcio, el fósforo y el magnesio en equilibrio, en proporciones 2-2-1 respectivamente.

El calcio no puede trabajar bien sin los otros minerales y, por esta razón, no sirve de nada tomar mucho calcio, de forma natural o suplementada, de forma aislada sin contemplar los otros dos.

Alimentos ricos en calcio: queso, almendras, avellanas, sésamo, pistachos, higos, garbanzos, acelgas, espinacas.

Alimentos ricos en magnesio: anacardos, almendras, aguacates, pipas de calabaza, espinacas, cacao, garbanzos, lentejas, judías, nueces, plátanos.

Alimentos ricos en fósforo: semillas de girasol, huevos, derivados de la soja, queso.

 Vitaminas liposolubles

Hay tres vitaminas básicas para la salud bucodental y estas son la vitamina A, la vitamina D y la vitamina K2, todas ellas son liposolubles.

La Vitamina A

La vitamina A es fundamental para el desarrollo de las mucosas y de los tejidos como los dientes, los huesos, para el desarrollo correcto del feto y del sistema inmunitario.

Es una vitamina liposoluble y la encontramos en la grasa animal, el retinol y en los vegetales que denominamos betacarotenos (la zanahoria o el boniato).

Alimentos ricos en vitamina A: Zanahoria, boniato, calabaza, espinacas, tomate,  mantequilla, queso crudo.

La Vitamina D

La vitamina D es básica para la absorción del calcio, para el funcionamiento del sistema inmunitario, para el metabolismo, para la regulación de la glucosa en la sangre y para el funcionamiento del cerebro.

Tendríamos que obtener la vitamina D que necesitamos exponiéndonos al sol. Desgraciadamente, pasamos pocas horas al aire libre e intentamos conseguir esta vitamina de los alimentos.

Las mejores fuentes de vitamina D provienen de los alimentos de origen animal: huevos, queso.

También podemos encontrarla en los vegetales como las setas (D2), pero cuesta más de procesar. De hecho, solo podemos conseguir de los alimentos un 10% del total de la vitamina que necesitamos para funcionar bien.

La receta ideal para mantener un buen nivel es seguir una dieta rica en antioxidantes (los que encontramos en las vitaminas A, C, E, en los betacarotenos, el zinc y el selenio) y grasas saludables, que nos permita preparar el cuerpo para absorber mejor los rayos solares. Necesitamos exponernos al sol a primera hora del día, al mediodía (unos diez minutos) y a última hora del día, durante la puesta del sol.

Alimentos con vitamina D: Setas, queso crudo y, en menor proporción, huevos.

A favor de las grasas

Las grasas saturadas son unas grasas muy estables y, si las consumimos, nos proporcionan estabilidad, rigidez y estructura a las células de nuestro cuerpo. Este grupo está formado por los productos de origen animal.

Por su parte, las grasas insaturadas son más flexibles y ayudan a eliminar los compuestos innecesarios para la célula. Son el aceite de oliva, los aguacates, el aceite de cáñamo, las semillas y los frutos secos.

Las membranas celulares necesitan ambos tipos de grasa para ser estables, flexibles y estar sanas.

Dentro de las grasas insaturadas, existe un subgrupo formado por las grasas poliinsaturadas. Los omegas 3 y 6 forman parte y desarrollan una función importante en los procesos de inflamación. La proporción en la naturaleza es de 1-1 y es la proporción que deberíamos consumir.

El omega-3 es conocido por su poder antiinflamatorio y lo podemos encontrar en las semillas de lino, el cáñamo, las nueces y en la chía.

El omega 6 activa la inflamación y está presente en los cacahuetes, las nueces, las almendras, las semillas de sésamo y de calabaza.

La importancia de las vitaminas del grupo B para el cerebro

Conseguir que nuestro cerebro permanezca joven y sano, y que los sistemas y estructuras que lo forman funcionen a la perfección, requiere del aporte de nutrientes esenciales. De entre todos destacan por su importancia las vitaminas, sustancias químicas indispensables para la vida que no pueden ser sintetizadas por el organismo y que deben ser obtenidas a través de los alimentos.

El complejo vitamínico B es vital para el cerebro. Se trata de un amplio grupo formado por ocho vitaminas hidrosolubles que incluyen las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantenoico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina). Cada una de ellas tiene su propia función en la regulación de los procesos orgánicos y todas juntas desempeñan varias funciones esenciales que garantizan su buen funcionamiento.

 Al ser vitaminas hidrosolubles no se almacenan en el cuerpo. Esto implica que deben ser repuestas de continuo, ya que las no usadas son eliminadas del organismo por la orina en cuestión de horas.

El cerebro, un órgano delicado con requerimientos complejos, precisa de un mantenimiento constante para no sufrir daños. Su buen funcionamiento requiere de mucha energía. La tiamina, la riboflavina y el ácido pantenoico desarrollan un papel esencial en el metabolismo energético, convirtiendo los alimentos en energía.

 La oxigenación cerebral es otro proceso vital, y de ella se encargan los glóbulos rojos. Sin la participación de las vitaminas B6 y B12, que estimulan la producción de las células rojas, el transporte del oxígeno no se produciría. La ausencia de vitaminas B6 y B12 provoca anemia.

La purificación de la sangre es imprescindible para el buen funcionamiento cerebral. Elevadas concentraciones del aminoácido homocisteína presente en la sangre le resulta tóxico. Este aminoácido daña los vasos sanguíneos cerebrales produciendo daño cerebral, deterioro cognitivo y de la memoria. Las vitaminas B6, B9 y B12 permiten la metabolización de la homocisteína, reduciendo la concentración del aminoácido en sangre.

 Los alimentos ricos en vitaminas del grupo B son muchos y variados, estando ampliamente distribuidas por la mayoría de ellos. Las encontramos en cereales integrales, en las verduras crucíferas, en las verduras de hoja verde, en los fermentados como el kéfir, chucrut, kimchi y miso, en legumbres, frutas, levadura, frutos secos y semillas, así como en carnes y pescados, si los toman.

 Los huevos y los lácteos son una gran fuente de vitamina B1, B2, B6 y B12. Junto a la vitamina B12, suministran tiamina, riboflavina, niacina y, en menor cantidad, ácido fólico.

 Los cereales integrales y sus derivados son una buena fuente de vitaminas B1, B2 y B3.

Las legumbres, como habas, judías, soja, guisantes, lentejas y garbanzos son ricas en este grupo vitamínico, siendo una gran fuente de ácido fólico.

Las frutas y verduras contienen, excepto la B12, cantidades de vitaminas B variadas. Los aguacates contienen vitaminas B1, B2, B3 y B9. Los plátanos aportan el 35 % de la dosis diaria de vitamina B6. Las verduras de hoja verde, como el brócoli, acelgas o espinacas, aportan gran cantidad de ácido fólico, especialmente si se consumen crudas.

Las nueces, las almendras, las avellanas, los cacahuetes, y las semillas de girasol, calabaza o lino aportan una gran cantidad de vitamina B3, B6 y B9.

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Qué es la cromoterapia y para qué sirve

La cromoterapia es una medicina alternativa o naturopatía, en la que se usa la visualización de los colores en los que se divide el espectro de la luz solar, para mejorar el estado del paciente. Se ha demostrado que la incidencia de los colores sobre una superficie produce una vibración capaz de influir sobre el cuerpo de las personas. Hoy, en Kinepharma queremos hablaros un poco más de esta técnica, así como de sus beneficios. 

Qué es la cromoterapia

El uso de los 7 colores del espectro solar (cada color ejerce una función terapéutica diferente) alivia multitud de dolencias. La cromoterapia es un tratamiento complementario que se basa en las ondas emitidas por los colores. Estas ondas actúan sobre las células del organismo, mejorando el equilibrio entre el cuerpo y la mente. 

Para el ser humano los colores son de vital importancia desde la antigüedad. En el mundo de la medicina alternativa, los colores se han convertido en una herramienta terapéutica complementaria de otros métodos. En cromoterapia los 7 colores corresponden a los siete chakras principales. ¿Cómo funciona esta terapia?

Rojo

Este color transmite energía y aporta fuerza. Se usa para tratar la apatía física, los catarros, la hipotensión y las atonías.

Amarillo

El amarillo es un color purificante que aporta alegría y entusiasmo. Se usa para mejorar el estado de ánimo, aunque en exceso puede resultar molesto para algunas personas. 

Naranja

En este color la actividad del rojo y el amarillo confluyen. El naranja favorece la salud emocional, la creatividad y la comunicación. Combate los bloqueos mentales, pero en exceso puede ocasionar nerviosismo.

Azul

El azul es un calmante natural. Según un estudio de la Universidad de Pakistán, este color podría ayudar a reducir el dolor. El azul está indicado para casos de estrés y cansancio. 

Verde

Este color se consigue por medio del amarillo y el azul, por lo que permite calmar la fatiga física y mental. Se considera el tono del optimismo y la esperanza, pero usado en exceso podría deprimir o debilitar al paciente. 

Violeta

El violeta favorece la inspiración, calma y tranquiliza, disminuyendo la ansiedad, el miedo y los problemas de memoria. 

Cómo se aplica la cromoterapia

Existen varias formas de aplicar los beneficios de la cromoterapia sobre el paciente. Estas son algunas de ellas:

  • Mediante baños de luz coloreada por medio de bombillas o filtros que aplican el color adecuado. 
  • Por medio de telas naturales coloreadas que abarcan el cuerpo de la persona (incluye el uso de ropa). 
  • A través de la decoración en el hogar.
  • Mediante elixires cromáticos para el consumo o el baño, que cargan el agua con la vibración del color elegido. 
  • Introduciendo la alimentación cromática con una dieta con mayor cantidad de alimentos del color deseado. 
  • Con el uso de la cromopuntura y la aplicación de luz coloreada en los puntos indicados. 

Una sesión de cromoterapia dura entre 30 y 60 minutos y debe ser aplicada por profesionales. 

Beneficios de la kinesiología en el tratamiento del Parkinson

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa progresiva discapacitante, caracterizada por temblores en reposo, rigidez muscular, lentitud de los movimientos voluntarios, postura encorvada, alteración de los reflejos posturales, falta de expresión facial, etc. Esta enfermedad se encuentra entre las patologías más comunes en personas a partir de los 65 años de edad aproximadamente. La kinesiología es una rama de la medicina que está creciendo cada vez más con más avales científicos, lo cual permite mejores resultados. Estos son los beneficios de la kinesioterapia en el tratamiento del Parkinson. 

Qué es el Parkinson y cómo se manifiesta

El Parkinson es una enfermedad crónica, de evolución lenta y progresiva. Se pueden observar diferentes fases en el desarrollo de esta patología que afecta a la movilidad de las personas y, en definitiva, a su calidad de vida en general. 

Fase I

En el inicio de la enfermedad los síntomas se suelen presentar en un solo lado del cuerpo. Esta fase suele durar unos tres años. 

Fase II

Esta es la fase en la que los temblores comienzan a aparecer en ambos lados del cuerpo, siempre siendo más notorios en la parte en la que comenzó la enfermedad. Su tiempo de duración es de unos 6 años. 

Fase III

En esta fase comienzan los problemas de equilibrio, la marcha acelerada de manera inconsciente y, en consecuencia, las peligrosas caídas. Su duración es de 6 años aproximadamente. 

Fase IV

Se produce la inmovilización del paciente durante el intento de movimiento, aparece el insomnio, así como la falta de capacidad para realizar las tareas por sí solo. En esta fase el paciente se vuelve dependiente y tiene una duración aproximada de unos 9 años. 

Fase V

En esta etapa de la enfermedad de Parkinson el paciente permanece en una silla o acostado en una cama, y ha de ser asistido de manera constante por una o varias personas. La duración de esta última fase es de 14 años aproximadamente.  

Cómo beneficia la kinesiología en el tratamiento del Parkinson

Se ha demostrado que los pacientes con Parkinson logran una mejor calidad de vida, si comienzan con un tratamiento kinesiológico nada más conocer el diagnóstico. El papel del terapeuta en estos casos consiste en:

Rehabilitación motora

Lo primero de todo es conocer el entorno en el que se mueve el paciente para que el kinesiólogo pueda determinar la accesibilidad por los lugares en los que habitualmente se mueve. Esto permite diseñar una tabla de ejercicios físicos funcionales de dificultad creciente que den soluciones a las discapacidades detectadas en una primera evaluación. 

Tratamiento del dolor y síntomas asociados

El masaje es uno de los procedimientos que mejor funcionan en estos pacientes. Por otro lado, la movilización pasivo manual sirve para prevenir la aparición de deformaciones musculares y preservar el arco de movilidad. Otros métodos que suele utilizar el terapeuta son la acupuntura y la punción seca

Kinesiología y trastornos del sueño

Lo más habitual es que ante un trastorno del sueño, los médicos prescriban un tratamiento a base de medicamentos. Sin embargo, si esta pauta se extiende por más de un mes puede provocar otros daños colaterales como, por ejemplo, riesgo de adicción, depresión o accidentes durante la rutina diaria. Por este motivo, la kinesiología del sueño es una alternativa muy interesante, para ayudar a descansar a las personas que padecen de insomnio. 

Cómo funciona la kinesiología para los trastornos del sueño

Antes de nada, ¿qué definimos como trastorno del sueño? Es toda aquella patología que incluye dificultades para dormir o permanecer dormido, así como aquellos en los que se producen conductas anormales durante el sueño o quedarse dormido en momentos y lugares inapropiados. Los diferentes tipos de trastornos del sueño son la narcolepsia, el sonambulismo, los terrores nocturnos y el insomnio, que es el más habitual entre la población. 

Dependiendo del tipo de trastorno del sueño, el tratamiento con kinesiología será, lógicamente, diferente. Los movimientos del cuerpo controlados por un kinesiólogo han demostrado que pueden estimular tanto la relajación del cuerpo, así como el aumento de la temperatura corporal central, ambas muy importantes para el inicio y mantenimiento del sueño. Otros de los aspectos que trabaja la kinesiología en los trastornos del sueño es el manejo del dolor.

En definitiva, el ejercicio físico y la kinesiología pueden ser usados como herramientas no farmacológicas capaces de optimizar la calidad de vida de los pacientes, al mejorar sus trastornos del sueño. 

Relajación como parte del tratamiento

Los kinesiólogos además recomiendan diferentes métodos de relajación a sus pacientes, para completar sus tratamientos. ¿Estás estresado? El ritmo de vida tan acelerado que llevamos es uno de los motivos que más estrés genera en la sociedad y que, por lo tanto, afecta a nuestra calidad del sueño.

Por este motivo, es importante practicar la relajación durante el día. Algunas recomendaciones útiles que puedes aplicar ya mismo son:

  • No usar ropa demasiado ajustada, con el objetivo de favorecer la respiración.
  • Buscar momentos de relax en lugares tranquilos y sin distracciones. 
  • Cuidar la postura mientras trabajamos, descansamos viendo la tele o estamos tumbados en la cama. 
  • Practicar la respiración consciente fijando tu atención únicamente en la entrada y salida del aire, al tiempo que relajas todos los músculos del cuerpo. 

Son pequeñas cosas que puedes hacer por ti mismo y que, sin duda, mejorarán tus problemas de sueño, así como la oxigenación de la sangre, la resistencia frente a enfermedades y la recuperación física y mental. 

La microinmunoterapia, la medicina del futuro

Un sistema inmune fortalecido es la clave para disfrutar de una vida saludable. Su función es la de mantenernos alejados de las enfermedades por medio de su lucha contra las bacterias, los virus, las células tumorales, etc. Por este motivo, los investigadores centran cada vez más sus estudios en los tratamientos orientados específicamente al apoyo del sistema inmunológico. Hoy vamos a hablar de microinmunoterapia. Una terapia inmunomoduladora que se utiliza para reajustar la respuesta inmunitaria.

Qué es la microinmunoterapia

La microinmunoterapia no es algo nuevo. De hecho, fue propuesta por el médico belga Maurice Jeaner hace ya 55 años. En la actualidad, ya se sabe que casi todas las enfermedades tienen una implicación directa o indirecta del sistema inmunológico. La microinmunoterapia es un tratamiento de inmunomodulación que usa los mismos mensajeros que el sistema inmune para transmitir información y regular la respuesta inmunitaria. O lo que es lo mismo. Su misión es establecer una correcta comunicación entre las células del sistema inmune para ayudarlas a recuperar su capacidad de combatir frente a agentes agresores o limitar su reacción cuando ésta es desproporcionada.

En definitiva, la microinmunoterapia usa sustancias inmunitarias en dosis bajas, con el objetivo de respetar el funcionamiento de la inmunidad natural de cada persona. De esta manera, se logra equilibrar un sistema inmune alterado de forma eficaz. ¿Cómo? favoreciendo la capacidad de autorregulación del sistema inmunológico.

Microinmunoterapia: diagnóstico y administración

La microinmunoterapia es compatible con otros tratamientos. El diagnóstico de un paciente se suele obtener a través de serologías y otras pruebas que nos muestran su personal inmunidad frente a los posibles patógenos. Del mismo modo, también se tienen en cuenta otros aspectos, tales como: la herencia genética, su estado emocional y nutricional, el entorno en el que vive, su estilo de vida, etc.

Hay que dejar claro que la microinmunoterapia no fuerza al sistema inmune. Lo que hace es brindarle la información que necesita para recuperar su equilibrio y, por lo tanto, promover la curación del paciente. Es decir, los medicamentos de microinmunoterapia están diseñados para comunicarse con el sistema inmune, imitando y reforzando sus procesos. La administración de los mismos se puede realizar mediante:

  1. Toma secuencial: siguiendo una secuencia lógica que respete el funcionamiento de la respuesta inmune. Por esta razón, la composición de cada cápsula es diferente, son de diferentes colores y van numeradas del 1 al 10, formando secuencias de 5 o de 10 cápsulas.
  2. Toma sublingual: las cápsulas de microinmunoterapia no se toman enteras por vía oral. Su contenido se deposita bajo la lengua para que los pequeños glóbulos que las conforman penetren rápidamente, transmitiendo así su información.

Beneficios de la acupuntura para el cáncer oral

El cáncer oral es una de las enfermedades que está aumentando entre la población masculina mayor de 40 años. Aunque también afecta a las mujeres, pero en un porcentaje menor. Esta patología incluye los cánceres de la boca, así como el cáncer de garganta. El tabaquismo, el consumo de bebidas alcohólicas o la infección con el virus del papiloma humano (VPH) son las principales causas del cáncer oral. No obstante, existen otros factores que favorecen la aparición de este tumor maligno.

Qué es el cáncer oral

El cáncer oral está incluído dentro de los cánceres orofaríngeos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de este tipo de cáncer en España es de 15 casos por año en varones, y unos 4 casos al año en mujeres por cada 100.000 habitantes. El diagnóstico de un cáncer oral se basa en las siguientes evidencias:

  • Dificultad para hablar, masticar o tragar.
  • Aparición de llagas, irritaciones y/o bultos en la garganta, la boca o los labios.
  • Aparición de un parche rojo o blanco en la boca.
  • Hinchazón de la mandíbula.
  • Dolor de oído.
  • Adormecimiento de la boca o la lengua.
  • Pérdida de piezas dentales.

Tras la presencia de los primeros síntomas, la detección precoz del cáncer oral es fundamental para su tratamiento y curación. Uno de los especialistas que suele ser el primero en detectar este tumor es el dentista durante una exploración rutinaria.

Cómo puede ayudar la acupuntura contra el cáncer oral

Por lo general, el tratamiento para atajar el cáncer oral suele incluir la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Estas herramientas terapéuticas incluyen unos efectos secundarios que suelen causar desde sequedad en la boca, grietas o ulceraciones del tejido, dificultad para masticar y tragar, pérdida del sentido del gusto, necrosis óseas, trismos, caries dentales, hasta otra clase de lesiones muy molestas para los pacientes.

Los beneficios de la acupuntura han sido valorados por la UNESCO, en su reconocimiento a esta práctica como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta terapia natural, incluida dentro de la Medicina China, no solo es segura, sino que también aporta numerosas ventajas dentro del tratamiento contra el cáncer oral:

  1. Alivia los efectos secundarios de otros procesos médicos.
  2. Calma el dolor.
  3. Favorece la circulación sanguínea, así como la hidratación y lubricación de las mucosas.
  4. Ayuda a equilibrar el organismo, así como las funciones entre los distintos órganos.
  5. Permite reducir el estrés en el paciente. Por ejemplo, el hígado es el órgano encargado de mover la energía del cuerpo en todas direcciones. No obstante, la liberación de cortisol puede bloquear dicho movimiento.

En China, la acupuntura se combina con la fitoterapia en terapias oncológicas para crear un terreno en el que sea difícil que el cáncer oral prospere.

Plantas medicinales para la menopausia

La menopausia marca el final de la etapa reproductiva de la mujer. La disminución en los niveles de hormonas hace que los ovarios cesen de manera progresiva su actividad. Este cese gradual es el que desencadena la desaparición de la menstruación. La menopausia es un proceso lento que afecta de manera diferente a cada mujer. Sus síntomas más comunes son la sudoración, los sofocos, la sequedad vaginal y los cambios de humor. En este artículo, vamos a mostrarte el uso de determinadas plantas medicinales para combatir estos incómodos síntomas.

Qué es la menopausia y sus síntomas

La menopausia suele darse en mujeres entre los 44 y los 52 años. Pero, como decíamos anteriormente, no afecta por igual a todas ellas. Mientras a unas se les adelanta (menopausia prematura o precoz) a otras se les atrasa (menopausia tardía). En cualquier caso, en la fase previa a la menopausia ya se pueden experimentar algunos de sus síntomas:

  • Ciclos menstruales más cortos e irregulares.
  • Molestias durante las relaciones sexuales debido a la sequedad vaginal.
  • Ganancia de peso.
  • Incontinencia urinaria.
  • Sofocos.
  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Insomnio.
  • Depresión.

Cómo reducir los síntomas de la menopausia

Por lo general, el tratamiento médico que se recomienda en estos casos es una Terapia Hormonal de Reemplazo que conlleva sus propios efectos secundarios como, por ejemplo, el aumento del riesgo de padecer cáncer de mama, entre otros. Por suerte, la madre naturaleza nos brinda una gran variedad de plantas que pueden ayudarte a combatir los desagradables síntomas de la menopausia y sin efectos secundarios.

Sauzgatillo

Esta planta es una especie nativa del Mediterráneo que crece cerca de los ríos y que se utiliza también para el tratamiento de los síntomas premenstruales. Este es un remedio natural a largo plazo, especialmente indicado para reducir los síntomas de la menopausia, así como otros desequilibrios hormonales.

Cimicifuga

Esta planta, también conocida como “raíz de serpiente” es muy efectiva para calmar la ansiedad, la irritabilidad, los sofocos y el insomnio durante la menopausia.

Valeriana

Este es uno de los tranquilizantes naturales más populares en todo el mundo. Durante la menopausia, la valeriana te ayuda a dormir mejor, así como a combatir los estados de ansiedad.

Salvia

La salvia es una planta herbácea muy efectiva para reducir los sudores nocturnos y los sofocos.

No olvides que un estilo de vida saludable y activo favorece una menopausia mucho más llevadera. Incluye en tu dieta cereales integrales, alimentos fermentados, legumbres (garbanzos, lentejas, soja …), alimentos antioxidantes y semillas germinadas. Practica ejercicio al aire libre y da la bienvenida con salud a esta nueva etapa de tu vida.

¿Qué suplementos hay que tomar en la tercera edad?

Con el paso de los años nuestro cuerpo pierde la capacidad de generar vitaminas y minerales. Los suplementos en la tercera edad suponen un apoyo importante para la salud de nuestros mayores. Todas las etapas de la vida requieren de un cuidado específico. Sin embargo, cuando cumplimos años debemos complementar una dieta sana con algunos suplementos que nos permitan disfrutar de la vida con energía.

Carencias nutricionales en la tercera edad

Los mayores de 60 años conforman el grupo de personas que necesitan tomar determinados suplementos nutricionales. Un estudio realizado por el Instituto de la Alimentación de la Universidad de Navarra determinó que cerca del 30% de personas de la tercera edad presentan un estado de desnutrición o están en riesgo de sufrirlo. Esto de debe a diferentes causas:

  • Problemas al masticar y disfagia.
  • Dependencia para cocinar y hacer la compra.
  • Soledad y falta de apetito.
  • Tratamientos farmacológicos con efectos secundarios, tales como, la inapetencia.
  • Menos necesidades energéticas.

Suplementos nutricionales para personas mayores

Los especialistas en salud y nutrición recomiendan la toma de determinados suplementos alimenticios en personas de la tercera edad, con el fin de suplir sus deficiencias. Algunos de los más indicados para apoyar la salud de nuestros mayores son:

Omega-3

Los ácidos grasos Omega-3 actúan como antiinflamatorios y son necesarios también para el fortalecimiento de las neuronas. El Omega-3 es beneficioso para el funcionamiento del corazón, ya que ayuda a mantener una presión arterial normal, así como controla los niveles de triglicéridos en sangre. Las personas que vayan a empezar con este suplemento nutricional de manera regular junto con la toma de anticoagulantes, deberán ajustar la medicación con su médico. 

Vitamina D

La vitamina D permite fijar el calcio en los huesos, por lo que es un suplemento vital para la salud ósea de las personas de la tercera edad. De igual modo, también ayuda a modular el sistema inmune y disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas e infecciones.

Colágeno

Estamos ante una de las proteínas más abundantes de nuestro organismo, pero con el paso de los años éste va perdiendo la capacidad de producirlo por sí mismo. El colágeno ayuda a la salud del tejido conjuntivo, es decir, a los huesos y tendones. Su consumo mejora la elasticidad e hidratación de la piel, así como la salud óseo-articular.

Vitamina C

La vitamina C actúa junto con el colágeno para estimular su producción. Además, esta vitamina contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune, mejora la absorción del hierro y disminuye el riesgo cardiovascular.

Otros suplementos nutricionales que no pueden faltar en la dieta de una persona mayor son el Ginkgo biloba para estimular la memoria y la atención, los probióticos para favorecer la salud intestinal, especialmente, tras la ingesta de antibióticos y el zinc. Un mineral esencial que mejora la sensibilidad a la insulina, favorece la cicatrización de heridas y reduce el estrés oxidativo.

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