Nov 5, 2015

Cómo tratar un trauma psíquico con kinesiología.

Trauma Psíquico

El trauma psíquico es una experiencia que permanece archivada en la memoria de la persona tras haber sufrido un episodio doloroso en el pasado.

Solemos asociar la palabra trauma a algo masivo y evidente, sin embargo,  debemos recordar que también puede ser algo pequeño y acumulativo.

En muchos casos, la depresión, ansiedad y síntomas psicosomáticos tienen su origen en un trauma no resuelto.

Cuando nos enfrentamos a lo que percibimos como ineludible o como una amenaza abrumadora para nuestra vida, instintivamente nos preparamos para luchar o huir, si por alguna razón, no podemos ejecutar ninguna de estas respuestas por que ponemos en peligro nuestra vida, el cerebro, pasa por alto nuestros impulsos e instintos, llevándonos a la inmovilización o congelación y es esta congelación, la que produce los síntomas.

El cuerpo al no poder llevar a cabo su respuesta instintiva de luchar o escapar a lo que percibe como amenazante e ineludible, deja estancada en el cuerpo la energía y sustancias químicas que genera, esto es lo que produce el trauma o  las consecuencias del estrés postraumático y lo que generará síntomas de diversa índole:

  1. Físicamente: Sensaciones de dolor persistente en el cuerpo, fatiga crónica, dolor en el pecho o espalda, tensión muscular, fibromialgia, migrañas, nauseas, gastritis, ulcera, hiperexcitación, hipervigilancia, intrusión de imágenes del trauma, pesadillas, repuestas de sobresalto exageradas, ataques de pánico, hipersensibilidad al sonido, olor y tacto.
  2. Emocionalmente: Cambios de temperamentos bruscos, capacidad reducida de manejar estrés, dificultad de relacionarse con otros, aislamiento, llanto frecuente, reacciones emocionales exageradas que no puede controlar. Dificultad para controlar el temor o terror aun después del evento. Sentimientos de desesperanza, impotencia, desespero, depresión, pierde interés por la familia trabajo y otras cosas que antes le causaban placer.
  3. Mentalmente: Paranoia, pensamientos obsesivos y compulsivos, confusión, dificultad de concentración, poca tolerancia a las diferencias.

Hay muchas personas que no son conscientes de sus traumas, pero, sí conviven con sus síntomas, pues bien, a través de un test kinesiológico para el Trauma psíquico,  podremos ayudar a la persona a ser consciente y a restituir el equilibrio de su psique.

Ampolla de Psique en Test básico ampliado

Test kinesiológico para el Trauma Psíquico

Si el paciente solicita un tratamiento emocional, comprobaremos si ha padecido algún trauma que aún lo desequilibra.

Para ello, colocaremos la ampolla de psique del Kit de Testaje básico ampliado sobre el paciente y si nos da AR, significará que la persona necesita tratar un trauma del pasado.

Tras fijar la información en AR, solicitamos a la persona que diga su edad y vaya bajando años hasta que uno de ellos, elimine el AR.

Cuando llegue a ese año, fijamos de nuevo información y preguntamos al paciente sobre posibles situaciones difíciles a nivel emocional en ese momento de su vida.

Para ayudar en la búsqueda, testaremos diferentes emociones o ámbitos de la vida de la persona.

Seguidamente, realizaremos el Test de Flores de Bach  para buscar las flores relacionadas con la emoción del trauma pasado y le daremos tres gotitas en estado puro de la flor de Bach que ha salido.

Posteriormente, continuaremos realizando la técnica de Integración de emociones. Recordemos que esta técnica consiste en tocar los puntos neurovasculares del estómago del paciente a la vez que le pedimos a este que recuerde el suceso traumático y lo visualice.

Después de unos minutos, realizamos la técnica conocida como Liberación de Tensión Emocional, en la que el paciente deberá dejar la mente en blanco y respirar de forma relajada. Para ello, colocaremos la mano izquierda en su frente y la mano derecha en su occipital, manteniendo durante unos minutos la posición. Con esta técnica, conseguiremos liberar la tensión que ha provocado la vivencia traumática.

Para finalizar, hacemos el control de terapia para comprobar si el tratamiento es suficiente o si necesita algo más. Si es suficiente, volveremos a la edad actual, mencionándola en voz alta por el propio paciente.

Seguidamente testamos y comprobamos que no nos haya cambiado el indicador.

Importante decir, que no es posible tratar varios traumas en una misma sesión. Sólo podremos centrarnos en uno. En días posteriores, volveremos a realizar el test para profundizar en la siguiente capa emocional, es decir, para encontrar un trauma anterior al tratado en la primera sesión.

Analía Iglesias (analia@sibuscas.com)

Kinepharma

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