Como tratar los Focos

En primer lugar debemos saber que es un foco. Entendemos que es una fuente de problemas, generado por un proceso patológico infección, inflamación, cicatriz, un traumatismo etc, difícil de localizar y que aunque no da casi síntomas si los causa a distancia. Suele haber varios focos pero siempre hay uno dominante, normalmente al eliminarlo los otros remiten.

Este foco genera estímulos continuos de baja intensidad, pero que sobrecargan nuestro sistema inmune y nuestros órganos, lo que los hace peligrosos no es su intensidad sino más bien su constancia en el tiempo. Es indispensable cortarlos cuanto antes para mejorar nuestra salud.

Su origen no está claro según algún autor como E. Adler sitúa su causa en un desequilibrio de PH acompañado por problemas de caries dentales, otros como G. Knolle o H. Clark lo atribuyen a la acción conjunta de los microorganismos y las toxinas (la toxina abre la puerta al microorganismo para entrar en un órgano o zona del cuerpo).

Que ocurre cuando tenemos un foco, normalmente hay un gasto energético excesivo por parte de nuestro organismo que empieza manifestándose por una respuesta exagerada a cualquier tipo de estímulo, lo que conlleva un gasto energético desproporcionado. Si esto continua el cuerpo puede llegar a perder la capacidad de adaptarse a nuevos estímulos y por tanto su capacidad de aprendizaje.

Cuando padecemos este problema, lo normal es que las enfermedades y los procesos que intervienen en ella se encuentren alterados por lo que queda difusa la información de la misma al cambiar sus signos externos pudiéndonos llevar a su no identificación.

Donde se suelen encontrar los focos

Muelas y dientes especialmente en empastes y caries, amígdalas, senos paranasales, cicatrices glándulas hormonales, apéndice, cabeza en general, vesícula biliar, intestinos, vértebras pero también en cualquier articulación.

Según Alfred Pischinger y su estudio de “El sistema básico” que es el portador de las funciones inespecíficas de defen­sa: en cualquier parte donde exista el sistema de regulación básica y puedan formarse circuitos cerrados responsables de sobrecargas en las funciones.

Para detectar un foco seguiremos el protocolo normal de nuestro testaje kinesiológico y se detectará normalmente por medio de la ampolla de foco, o foco prioritario, también por la ampolla de cicatriz o la de foco maxilar. No obstante habremos observado ya aspectos extraños en el paciente como el hecho de que la enfermedad y sus síntomas no coinciden, no parecen tener una lógica coherente. El paciente repetirá síntomas en una misma zona como por ejemplo la garganta o espalda baja.

Además de nuestro testaje se pueden utilizar otras técnicas como la de biofeedback o mediciones bioeléctricas de la zona por biorresonancia, o la electroacupuntura de Voll.

Que pueden ocasionar los focos

En primer lugar si esto no se corrige a tiempo, se producirá un desequilibrio general de los sistemas de regulación biológica del paciente afectando a su sistema inmune. El paciente estará alterado, nervioso, deprimido. Podrá tener además alergias, problemas sexuales. Esto lo notaremos además por bloqueos o segmentaciones en nuestra terapia kinesiológica Algunos órganos o zonas del cuerpo pueden presentar estos problemas en el intento del cuerpo de minimizar su impacto.

Los principales problemas surgen a nivel cardiovascular, pulmonar, digestivo, neurológico, ocular, renal, reumático y cutáneo, pudiéndose generar cualquier enfermedad a partir de un foco y además puede cronificarse.

Testaje

Ya hemos comentado anteriormente que se testaría con la ampolla de focos que es la Causticum a la 400 DH. Si da AR se comprueba con el mudra de prioridad y si lo es, ver tratamiento. Para ello tenemos que saber dónde está el foco y lo haremos mediante los preparados homeopáticos, ampollas de foco maxilar y cicatriz o mediante Terapia de localización (TL).

Se puede localizar y testar con Nosodes, también con Endosan (usado en quimioterapia) sobre la piel nos dará AR y podemos localizar el foco. Al palpar la zona comprobaremos en que zona la piel pierde su elasticidad y su textura haciéndose menos suave.

Para no equivocarnos también se puede hacer lo siguiente: si la zona nos da AR al hacer TL y el mudra del foco corrige ese AR o la ampolla correspondiente, es foco.

Tratamiento

Habrá que limpiar la zona, y a continuación tratamos el sistema inmunológico al estar inmunodeprimido por el foco. También hay que tener en cuenta la falta de minerales y vitaminas.

Un tratamiento que suele ir bien es la aromaterapia, siendo los aromas más importantes: clavo, tomillo, orégano, canela (fundamental si hay cándida, E. coli, neumococos o estreptococos. Testarlo para saber cuál de ellos es el más adecuado.

En otro artículo veremos cuáles son los focos más frecuentes y las formas más aconsejables de tratarlos, lo que queda claro hasta aquí es que es fundamental localizar cuanto antes un foco y esto lo haremos prioritariamente con nuestro Kit Básico Ampliado.

Ángel Salazar

Kinepharma

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